Comparte tu experiencia con el estigma.
Desde fuera, no soy alguien de quien uno hubiera esperado que hubiera tenido que lidiar con la depresión. Tenía un gran trabajo, una hermosa novia, una familia que me amaba, muchos amigos, un estilo de vida activo y ningún problema de dieta o abuso de sustancias. Lo que me hizo sentir que podría ser insensible al compartir cómo tenía depresión con una vida tan increíble a mi alrededor. Pero en cambio, creo que habla del hecho de que la depresión puede afectar a cualquier persona, independientemente de su situación de vida, o tal vez simplemente lo parezca.
Mi historia de depresión ocupó aproximadamente la mitad del año pasado. Fue un período de tiempo en el que sentí una sensación general de infelicidad y descontento. Ya nada parecía ser lo suficientemente bueno o saber bien: la hierba era más verde en todas partes a mi alrededor, pero no donde yo estaba. Sentí que quería alejarme de todas las cosas buenas que tenía en mi vida: amistades, trabajo, mis relaciones y actividades que normalmente me hacían feliz. Estaba listo para dejarlos a todos.
Inevitablemente terminé perdiendo la relación amorosa y de apoyo más importante que tenía porque no podía lidiar con lo infeliz que era y no quería que esa persona tuviera que lidiar con una versión tan rota de mí mismo. No pude reconocer en ese momento que el problema estaba enteramente dentro de mí. Me faltaba amor propio y me enfrentaba a la depresión.
Mirando hacia atrás, atribuyo mi experiencia a una acumulación de falta de amor propio durante 29 años. Desde que tengo memoria, he luchado constantemente con el amor propio y la confianza en quién era. Es algo que nunca abordé y nunca fui muy abierto con nadie al hablar de ello. Es desafortunado que haya sido necesario un choque personal dentro de mí para explorar esas conversaciones y buscar ayuda. Pero han sido sorprendentes los resultados positivos que se han obtenido como resultado de abrir esas puertas.
La desafortunada realidad es que la salud mental a menudo sigue siendo un estigma y es posible que las personas no se sientan capacitadas para hablar de ello. Una vez que decidí abrirme, mi experiencia fue la opuesta. Cuando decidí compartir con amigos cercanos mis problemas de salud mental, me sorprendió mucho saber cuántos de ellos, personalmente o alguien cercano a ellos, se habían visto afectados por la depresión u otro problema de salud mental. En cada conversación fui recibido con los brazos abiertos y compasión, incluso si esa persona no tenía experiencia real en cómo hablar sobre la depresión.
¿Cómo superaste esta experiencia?
Todos deberíamos sentirnos cómodos hablando de salud mental, es muy importante. De la misma manera que podemos tener conversaciones y buscar ayuda sobre problemas de salud física, ¿por qué no haríamos lo mismo con respecto a problemas de salud mental?
Ayude a otros compartiendo un mensaje breve y positivo.
Si tiene problemas de salud mental, es importante que sepa que es muy común y que hablar al respecto está bien. Te prometo que encontrarás más apoyo del que esperas y posiblemente podría cambiar tu vida.