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Las condiciones de salud mental son sólo eso: condiciones de salud. No son defectos de carácter, fuentes de vergüenza o algo que deba ocultarse. Sin embargo, este tipo de creencias y actitudes estigmatizadas rodean las condiciones de salud mental. Cuando comprendamos mejor que son afecciones tratables, podremos cambiar actitudes, reducir el estigma y sus efectos nocivos y presentarnos de una manera más informada y compasiva.
— Encuestado de la encuesta IMPACT, 2018
La salud mental, al igual que la salud física, es algo que todos tenemos. Afecta cómo pensamos, sentimos y actuamos. Es nuestro sentido de satisfacción y propósito con la vida, conexión, pertenencia y resiliencia.
Todos tenemos un estado de salud mental y varía. Puede variar de bueno a malo o cualquier punto intermedio, dependiendo de nuestras experiencias y fases de la vida.
Las enfermedades mentales, también llamadas afecciones de salud mental, son:
Las enfermedades mentales son comunes.
1 de cada 5 adultos estadounidenses sufre enfermedades mentales cada año. Entonces, si conoces a cinco personas, conoces a alguien que vive con una enfermedad mental, te des cuenta o no. De hecho, es dos veces más común que quienes viven con diabetes, que es 1 de cada 10.
Si bien no todo el mundo tiene una enfermedad mental, no discriminan. Las enfermedades mentales pueden afectar a cualquier persona, sin importar raza, género, edad, ocupación, religión o situación financiera.
Todos tenemos un estado de salud mental y algunos de nosotros también padecemos una enfermedad mental.
Lo que es importante entender es: Tener una enfermedad mental no significa necesariamente que una persona tenga una mala salud mental. Así como una persona con mala salud mental puede no tener una enfermedad mental. Sin embargo, el estigma lleva a las personas a creer que todas las personas con una enfermedad mental tienen una mala salud mental y un mal manejo de su enfermedad mental, pero ciertamente ese no es el caso. Las personas con una enfermedad mental pueden prosperar y vivir una vida plena, saludable y productiva, siempre y cuando el estigma no se interponga en su camino para recibir la atención y el apoyo que merecen.
El estigma mantiene a la gente sufriendo en silencio. Es una de las barreras más grandes que impiden que las personas hablen sobre salud y enfermedades mentales y busquen atención. Convierta el estigma en apoyo.
Una percepción negativa que hace que alguien devalúe o piense menos en la persona en su totalidad.
Estereotipar o etiquetar a una persona debido a su condición de salud mental.
Prejuicios y discriminación contra personas con enfermedad mental
El estigma puede adoptar muchas formas diferentes y encontrarse en las palabras cotidianas que usamos o escuchamos, las imágenes que vemos en los medios de comunicación, los conceptos erróneos y las acciones de otras personas sobre la salud y las enfermedades mentales.
Tanto las enfermedades físicas como las mentales son comunes y tratables, pero hablamos de ellas de manera muy diferente debido al estigma. Sabremos que hemos progresado en la reducción del estigma cuando las palabras utilizadas para describir a las personas que viven con una enfermedad física como el cáncer sean las mismas palabras que se utilizan para describir a alguien que vive con una enfermedad mental.
COMENCEMOS todos a usar estas palabras para describir a las personas que viven con una enfermedad mental. Y DEJA de usar palabras negativas e hirientes.
Aprenda qué decir, qué no decir y cómo apoyar a quienes viven con una enfermedad mental.